Si trabaja en el sector de la alimentación y bebidas, los numerosos retos que le esperan le resultarán familiares y, para muchos, desalentadores. Aunque se trata de un sector muy diverso, hay temas que trascienden estas diferencias. Una encuesta realizada a más de 650 empresas del sector de la alimentación y bebidas¹ reveló dos cuestiones dominantes. La principal preocupación, sobre todo en Norteamérica y EMEA, es la incertidumbre económica y el aumento de la inflación. En consecuencia, la prioridad número uno es la eficiencia y la reducción de desechos.
En cuanto a la tendencia más prioritaria, el factor clave encuestado fue la sostenibilidad, con casi un 40% que seleccionó este amplio tema. Estas tendencias globales en el comportamiento en los próximos años no son exclusivas de este sector, pero sí lo será la forma en que las afronte.
La principal preocupación, el clima económico y su efecto en las empresas, es difícil de predecir o controlar. La principal tendencia -que se vea que se toman medidas para la sostenibilidad - es algo que puede abordarse de inmediato, aunque alcanzar el resultado deseado llevará tiempo.
Afortunadamente, ambas tienen puntos en común, como la estrecha relación entre las iniciativas de eficiencia y el ahorro de costes. Está ampliamente aceptado que la eficiencia energética es la estrategia de descarbonización más rentable a corto plazo, por lo que la pregunta debe ser: ¿está aprovechando su empresa las oportunidades que ofrece este enfoque de eficacia probada?
Para muchas empresas, la mejora de la eficiencia energética y el cambio a la electricidad renovable podrían ser las acciones más significativas a corto plazo para reducir las emisiones."Federación de Alimentos y Bebidas (FDF)²
En su conjunto, el sector de la alimentación y bebidas se encuentra cada vez más en el punto de mira. Tiene una responsabilidad especial, ya que sus productos afectan directamente a la salud y la seguridad de los consumidores finales. Este es también uno de los principales motivos por los que el vapor se utiliza tanto en el procesado de alimentos y bebidas.
Sus clientes también empiezan a exigir más pruebas de iniciativas sostenibles. Ya es habitual que los grandes clientes (ellos mismos sometidos a presiones similares) exijan un inventario anual de GEI (gases de efecto invernadero) y, posiblemente, divulguen públicamente los riesgos relacionados con el clima al CDP (Carbon Disclosure Project).
Las implicaciones son importantes; en el Reino Unido, por ejemplo, la industria alimentaria es el mayor sector industrial del país, con un 19% del total del sector industrial por volumen de negocio.
Por lo que respecta a las emisiones totales de GEI del sector de la alimentació, la parte correspondiente a la transformación alimentaria es relativamente modesta -las estimaciones oscilan entre el 3,3% y el 6%-, si bien las emisiones procedentes de la fabricación serán la fuente principal de sus propias emisiones de alcance 1 y 2.
Por eso, en la encuesta antes mencionada, el 30% citó la reducción del consumo de energía y agua como una de las principales medidas para fomentar la sostenibilidad. Pero si, como suele afirmarse, la eficiencia energética es el primer paso hacia la descarbonización, y el ahorro de costes podría rondar el 30%, ¿qué ocurre con el otro 70% de los encuestados?
Garantizando una generación y distribución eficientes del vapor, los costes energéticos pueden reducirse entre un 10 y un 30%."Carbon Trust³
Al menos parte de la respuesta reside en los distintos enfoques de la eficiencia energética. Una de ellas consiste en tratarla como un proyecto, adoptando iniciativas reactivas y "puntuales". Éstas suelen requerir mucho capital, con cargo a un presupuesto de inversión, y a menudo no se acumulan para generar ganancias de eficiencia a largo plazo.
Por ejemplo, cuando el vapor desempeña un papel vital en sus procesos, la perspectiva de que la electrificación resuelva el reto de la descarbonización es atractiva; pero esa solución aún está lejos.
Tomemos la siguiente lista de equipos alimentarios y de bebidas que suelen funcionar con vapor: evaporadores/concentradores, marmitas, fundidores, mezcladores, hornos (de cocción indirecta), líneas de envasado, pasteurizadores y autoclaves. ¿Cuál cree la FDF que será la solución más probable? "Descarbonización del suministro de vapor, ya sea mediante generación de vapor eléctrico o calderas de combustibles alternativos (biomasa, biogás, hidrógeno)".
Es poco probable que ese escenario se produzca hasta dentro de seis años como mínimo. Ese tiempo podría tener un efecto espectacular en la optimización de los procesos actuales, el ahorro de costes energéticos y sentar unas bases sólidas para cualquier futuro esfuerzo de descarbonización.
Es poco probable que la sustitución de las instalaciones existentes o los cambios en las fuentes de combustible tengan un gran impacto antes de 2030 y muchas oportunidades de reducción de la carga térmica tienen una amortización mucho más corta, en el sentido de que proporcionarán un retorno del capital y aportarán beneficios financieros y de reducción de carbono adicionales antes de cualquier cambio importante."Federación de Alimentos y Bebidas⁴
Existe una estrategia alternativa: se puede considerar la eficiencia energética como un proceso, con un coste menor, un presupuesto OpEx, adoptando un enfoque sistemático y estructurado. Esto producirá ahorros persistentes, fomentando una cultura de mejora continua. No es algo nuevo -la gestión estratégica de la energía en forma de ISO 50001 existe desde hace más de una década-, pero a menudo se pasa por alto
En los casos en los que el vapor siga siendo la fuente de energía térmica preferida, este segundo enfoque de la eficiencia será probablemente la respuesta óptima a la cuestión de la sostenibilidad.
Saber con precisión cómo debe funcionar un sistema de vapor al máximo rendimiento e identificar los aspectos que pueden mejorarse no es una competencia que se encuentre normalmente "en casa". Esto es especialmente cierto en el sector de la alimentación y bebidas, con sus numerosos y a menudo ingeniosos usos del vapor como forma preferida de energía térmica.
Las ventajas de contratar a un socio independiente para hacer uso de su conocimiento experto conducirán a una estrategia adaptada localmente que puede producir resultados tangibles hoy, no mañana.
La descarbonización total del calor y electricidad reduciría las emisiones del sector industrial en más de un 95%. La mejora de la eficiencia energética y de los recursos reducirá la magnitud de este reto hacia la descarbonización. La mayoría de las emisiones restantes se eliminarían cambiando a fluidos refrigerantes más sostenibles."Federación de Alimentación y Bebidas²