Cómo se Trata la Emergencia Climática en el Sector Sanitario

07/03/2023

 

Si le preguntaran cuáles son las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, es poco probable que el sistema sanitario mundial ocupara un lugar destacado en la lista. Pero no es el caso. Al ser una necesidad universal, tiene un impacto significativo. 

"La sanidad representa más del 4,4% de las emisiones climáticas netas mundiales. Si fuera un país, sería el quinto mayor contaminante climático del planeta"¹. 

El sector sanitario reconoce que el cambio climático también es un factor importante para la salud de las personas, y lo considera "...la mayor amenaza sanitaria a la que se enfrenta el mundo este siglo"². Si pensamos en los efectos de la epidemia de COVID-19, es una valoración increíble. 

Hacer que los hospitales sean sostenibles no es tarea fácil 

Imagine que alguien entra en su casa para realizar una auditoría energética. Los resultados dicen que, para ser sostenible, hay que sustituir la caldera que alimenta el agua caliente y la calefacción central. Deberíamos tirar el frigorífico-congelador, la lavadora, la secadora y el lavavajillas y sustituirlos por electrodomésticos más eficientes desde el punto de vista energético. También ha llegado el momento de deshacerse de la cocina, y la placa de cocción necesita una actualización. Y esto debe hacerse ahora, sin demora. 

¿Podemos permitírnoslo todo a la vez? Es poco probable. Sin embargo, ese es el dilema al que se enfrentan los hospitales y la sanidad en su urgencia para encontrar formas de operar más respetuosas con el medio ambiente. Para muchos hospitales, especialmente los más grandes, con más de 300 camas, el vapor ha sido una parte vital de su existencia diaria durante décadas. Ha proporcionado energía calorífica para multitud de tareas esenciales, ninguna de las cuales puede perderse de la noche a la mañana. 

El vapor, que suele proceder de una caldera central, es la forma más eficiente de calentar grandes edificios, a menudo de varias plantas. Garantiza la disponibilidad de agua caliente para todas las necesidades y desempeña un papel fundamental en la esterilización de instrumentos médicos vitales. En la actualidad, lo más probable es que funcione con gas (a veces con petróleo como reserva), un combustible fósil que se considera uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.  

El impacto del vapor en la atención sanitaria no se limita a los hospitales. La industria farmacéutica confía en este fluido para garantizar que sus medicamentos, vacunas, comprimidos y cremas sean de la calidad más segura y eficaz. 

Imagínense el gasto colosal y la interrupción que supondría arrancar esa infraestructura para sustituirla por otro tipo de tecnología. Tenga en cuenta que esto podría implicar el cierre de las instalaciones durante meses mientras se completan las obras. Sin atención al paciente, sin operaciones, sin atención sanitaria crítica. Es inconcebible; ni tiene por qué ser así. 

Por qué el vapor producido de manera sostenible tiene futuro en el sector sanitario 

El problema no es el vapor en sí, sino los medios para generarlo y su aplicación en el complejo sistema al que sirve. No es nada nuevo. Spirax Sarco lleva mucho tiempo ayudando a los centros sanitarios a mejorar su eficiencia con los sistemas de vapor, y ha conseguido importantes ahorros, tanto en términos de energía como de costes. Mantener un sistema de vapor complejo en funcionamiento de forma eficiente es un objetivo constante para cualquier centro sanitario. Aprovechar al máximo lo que se tiene en lugar de malgastar lo que no se necesita es un punto clave. Un intercambiador de calor, por ejemplo, puede captar el vapor sobrante y utilizarlo para calentar agua a una temperatura de 80 °C para calentar otras zonas del edificio. 

La descarbonización de la energía que genera vapor es, por supuesto, un paso fundamental. En este caso, el método habitual consiste en pasar de la combustión de gas a la de electricidad, ya sea con una caldera nueva una vez que el equipo existente llegue al final de su vida útil (recordemos que las calderas y equipos de vapor pueden tener una vida útil superior a 40 años), o mediante la adaptación del quemador. La propia generación de electricidad está cambiando rápidamente para depender más de fuentes renovables, pero a corto plazo, el uso de la electricidad tendrá más costes operativos que el gas. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha negociado recientemente un nuevo acuerdo de suministro energético para garantizar un 100% de electricidad renovable en sus edificios. Al adquirir electricidad renovable, también pueden eliminar las emisiones de alcance 2 asociadas al uso de electricidad. 

En Spirax Sarco, nuestro enfoque en el sistema completo, desde la caldera a toda la distribución de vapor, ha podido demostrar una y otra vez que el vapor es un aliado clave en la asistencia sanitaria, no su adversario. Cuando se trata de servicios vitales como la esterilización, hemos desarrollado generadores de vapor limpio específicos que proporcionan el vapor de calidad ideal para completar el proceso de forma segura, minimizando la necesidad de repetir los procedimientos. 

Otra parte fundamental de la transición hacia el vapor sostenible es la recopilación de datos para tomar decisiones con conocimiento de causa. Los hospitales necesitan, y tienen voluntad, de ser más inteligentes, y la digitalización está ampliamente aceptada como clave para este objetivo. Es clave para ofrecer una imagen clara del escenario actual, crear una ruta viable hacia un futuro sostenible y confirmar que todo funciona como debería.   

Las exigencias a los hospitales del futuro son muchas. El vapor tiene un papel vital que desempeñar para ayudar a que estos elementos críticos para la sociedad sigan funcionando de la forma más segura, sostenible y eficiente posible. 

1: Karliner, J., Slotterback, S., Boyd, R., y otros: La huella climática de la sanidad: Cómo contribuye el sector sanitario a la crisis climática mundial y oportunidades de acción, 2019

2: Atención sanitaria sin daños: Hoja de ruta mundial para la descarbonización de la atención sanitaria, abril de 2021