Servir Enfocándonos a la Sostenibilidad

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07/02/2024

Navegar por el laberinto de la sostenibilidad no es tarea fácil para ninguna industria. Pero, para el sector de la alimentación y las bebidas, los retos que se avecinan son significativos Tras recuperarse de los rápidos y graves efectos de una pandemia mundial, el sector se enfrenta ahora a obstáculos cada vez más difíciles. Muchos de ellos escapan a su control, con la inflación económica, el aumento de los precios de la energía y la constante reducción de los márgenes como motivo de preocupación diaria.

Con más operadores persiguiendo la misma base de clientes, la competencia nunca ha sido mayor, mientras que la necesidad de mantenerse al tanto de los rápidos cambios en los hábitos de compra y las nuevas restricciones normativas se suma al dilema de hacia dónde dirigirse a continuación.

Pero, a pesar de la cantidad de frentes abiertos, el sector está decidido a mantener la sostenibilidad como elemento clave de su evolución futura.

La sostenibilidad en juego para el sector de la alimentación y las bebidas

Si tomamos la cadena alimentaria mundial en su conjunto, la complejidad y la magnitud de la tarea resultan evidentes. La industria es responsable de 690 Mt de CO₂e¹ al año, es decir, alrededor de un tercio de las emisiones mundiales. Sin embargo, se trata de una cifra que lo tiene todo en cuenta, desde el uso de la tierra hasta las prácticas agrícolas (uso de fertilizantes, por ejemplo), pasando por el envasado, el transporte y la refrigeración en el punto de venta (un factor importante por sí mismo). Esta visión holística de la cadena alimentaria está en el centro de la estrategia europea "de la granja a la mesa", que ha dado lugar a su European Green Deal².

Si nos centramos en la industria de alimentación y bebidas que fabrica los productos finales (lo que se conoce como "puerta a puerta"), produce alrededor del 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de toda la cadena alimentaria. El 11% corresponde a la UE, el 1% a la India y el 3% a China. Aunque la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen en fases anteriores (agricultura y ganadería) o posteriores (distribución y venta al por menor), sigue siendo una cantidad importante. Con 94 Mt de CO₂e/año, se acerca a las emisiones totales de Bélgica.

Por qué el sector de la alimentación y las bebidas se toma en serio la descarbonización...

Ya se ve cómo el sector no puede centrarse simplemente en un tema a la vez vez. Hay demasiadas variables en juego, y hacerlo dejaría vulnerable a cualquier empresa. No cabe duda de que la incertidumbre en el ámbito económico, ya sea por la inflación o desde una perspectiva puramente de costes, es la principal preocupación.

Pero las preocupaciones no son lo mismo que las prioridades. Incluso en el punto álgido de la crisis de COVID-19, los líderes del sector de la alimentación y las bebidas daban prioridad a la sostenibilidad. En 2020, una encuesta reveló que el 67% de los cargos responsables de empresas relacionadas con alimentación, bebidas y agricultura creían que ya no bastaba con "no hacer daño". Quedaba en evidencia que debían actuar juntos para ir más lejos, avanzando hacia un sistema alimentario eficaz y regenerativo³.

Encuestas más recientes han corroborado esta opinión: la mayoría de los operadores del sector de la alimentación y bebidas consideran la sostenibilidad su principal prioridad, seguida de cerca por la eficiencia/reducción de residuos y la seguridad alimentaria. Esto se debe a una serie de presiones, entre las que destacan las siguientes:

  • los consumidores exigen productos más sostenibles
  • obtener una ventaja competitiva, a través de nuevos clientes u oportunidades comerciales
  • mejorar los resultados financieros (gracias a la reducción de los costes energéticos o de los residuos)
  • garantizar que las operaciones cumplen la nueva normativa

La industria de la alimentación y las bebidas es de vital importancia. Es la mayor industria manufacturera del Reino Unido y contribuye más a la economía que todos los demás sectores manufactureros, incluidos el automovilístico y el aeroespacial. En EE.UU., en 2019, supuso un valor de 412.000 millones de dólares para la economía, dando trabajo a 1,7 millones de personas, y en la UE emplea a 4,6 millones de personas y genera un volumen de negocio de 1,1 billones de euros y 230.000 millones de valor añadido, lo que la convierte en una de las industrias manufactureras más importantes para el continente.

Y, en última instancia, lo necesitamos para sobrevivir. Sabemos que los crecientes efectos del cambio climático exigen una reacción más rápida que la mayoría. Cuestiones elementales como las sequías o las inundaciones a destiempo son variables adicionales de las que el sector bien podría prescindir. Sabemos que, más que la mayoría de las industrias, este sector tiene un gran interés en ayudar a asegurar el futuro de nuestro planeta.

Y porque vemos la eficiencia y la sostenibilidad como dos caras de la misma moneda

En Estados Unidos, la reciente Hoja de Ruta para la Descarbonización señala a la industria de la alimentación y bebidas como una oportunidad clave para reducir las emisiones de GEI, ya que la mayoría de las demás industrias tienen previsto un aumento de las emisiones antes de empezar a revertir la tendencia. La diversidad de la industria es un reto, pero el plan sugiere que la eficiencia energética es un modelo para el cambio:

"Dado que el agua caliente y el vapor son grandes consumidores de energía y fuentes de pérdida de energía en las plantas de procesado de alimentos, la mejora de la eficiencia en la generación de vapor es una oportunidad crucial en la que hay que centrarse. El DOE estima que una evaluación típica del vapor industrial puede identificar ahorros energéticos del 10%-15% al año"⁴.

Al otro lado del charco, en el Reino Unido, se oyen ecos. En este contexto, gracias a sus excepcionales cualidades de energía térmica, el vapor se utiliza en muchas operaciones. Casi la mitad de la demanda total de energía del sector de la transformación de alimentos y bebidas se destina a generar vapor, normalmente mediante la instalación de una caldera en cada planta de fabricación de alimentos y bebidas. La necesidad de vapor viene determinada por las velocidades de producción y la calidad del producto requeridas, por lo que es esencial mantener la cantidad y calidad de vapor adecuadas para muchos procesos. La eficiencia es el primer punto para abordar la sostenibilidad, y con ella vienen los beneficios adicionales del ahorro energético.

Si pensamos en todas esas exigencias que compiten entre sí para un fabricante de alimentos y bebidas, la ventaja es enorme:

"...un cambio en el generador del calor no requiere modificar el equipo de procesado de alimentos o la línea de producción"⁵

Cruzamos de nuevo el charco, algo más pequeño, hacia la Europa continental, y la resonancia de la aproximación se hace aún más fuerte. El uso de la energía, una vez más, es el centro de atención, y el vapor sigue siendo un componente fundamental en la fabricación de alimentos y bebidas. En este sentido, un reciente estudio de Food Drink Europe⁶ ofrece varias pistas sobre el camino a seguir:

  • Reducción de la demanda de calor: por ejemplo, mejorando el aislamiento, recuperando energía del condensado de vapor, procesos CIP sin calor.
  • Electrificación de la calefacción: introducción de calderas eléctricas y/o bombas de calor para reducir la cantidad de calor necesaria procedente de las unidades de combustión.
  • Descarbonización de las unidades de combustión: mediante el uso de combustibles más limpios (hidrógeno verde, amoníaco o residuos de origen biológico).
  • Aprovechamiento de las energías renovables para producir calor: instalaciones Termosolares como la opción más adecuada.

Establecer un punto de referencia Hay pocas industrias que se enfrenten a tantos escollos en el camino hacia el progreso sostenible como el de alimentación y bebidas. Por eso es notable que destaque entre los más progresistas en este terreno. Un estudio reciente otorgó a las empresas del sector la puntuación más alta en su "foco al Medio Ambiente", y solo quedaron por detrás de la industria de la construcción y las finanzas, el sector legal y la consultoría en rendimiento global.⁷

Esto demuestra su determinación de actuar ahora, de optimizar la eficiencia con las herramientas disponibles y de tener una visión de futuro para satisfacer las numerosas demandas que compiten entre sí. La industria tiene muchas más montañas que escalar, pero ha reconocido que no es momento de quedarse quieta.

1 CO₂e: la equivalencia en dióxido de carbono se utiliza a menudo para medir el impacto de la cadena de valor alimentaria. Tiene en cuenta cuestiones como el uso del suelo, o hechos como que una tonelada de metano (por ejemplo, producido por la ganadería) equivaldría a 25 toneladas de CO₂e, ya que tiene 25 veces más potencial de calentamiento global.

2 https://food.ec.europa.eu/horizontal-topics/farm-fork-strategy_en#Strategy

3 The Food Industry Is Leaning Into Sustainability | TNC (nature.org)

4 Industrial Decarbonization Roadmap (energy.gov)

5 https://www.fdf.org.uk/fdf/resources/publications/decarbonisation-of-heat-across-the-food-and-drink-manufacturing-sector/

6 https://www.fooddrinkeurope.eu/resource/decarbonising-the-food-and-drink-industry/

7 empresas de alimentación y bebidas deben centrarse en las compras para impulsar la sostenibilidad | EcoVadis